viernes, 14 de agosto de 2015

THE WATERBOYS en MADRID, 23 Septiembre, LA RIVIERA

 
Miércoles, 23 septiembre:
Sala LA RIVIERA/ MADRID
21:30h
Tickets: 35 euros
The Waterboys volverán a España en septiembre para presentar las canciones de “Modern Blues”, su más reciente álbum publicado en enero, como siempre con Mike Scott al frente.
 
Se dice pronto, pero fue en 1981 cuando nacieron (en Londres) y dos años después cuando publicaron su homónimo debut discográfico. Qué decir de un grupo que en aquel entonces se veía influenciado por Simple Minds y The Alarm y que en la actualidad aún sigue no solo vivo, sino marcando con su estilo a nombres punteros del presente (Colin Meloy, de The Decemberists, sin ir más lejos). Ahora y tras 4 años de silencio discográfico, vienen a España a presentar su undécimo disco, “Modern blues”.
 
Han atravesado el tiempo, siempre con Mike Scott como santo y seña. El escocés y sus inspiraciones (la literatura y la filosofía, el empuje de lo espiritual, la imagen del mar) han dejado por el camino discos clásicos del rock europeo -”This Is The Sea” (1985), “Fisherman's Blues” (1988), “Room To Room” (1990); estos dos últimos, claves en la recuperación para el gusto popular del folk irlandés- y canciones tan imperecederas como “The Whole Of The Moon”, un tema nacido como tributo al escritor C S. Lewis. Y es precisamente la admiración de Scott por otro de sus ídolos literarios, el poeta W. B. Yeats, la que le llevó a confeccionar su penúltima obra, “An Appointment With Mr. Yeats” (2011). No es un trabajo de recitados y “spoken word”, sino de canciones de rock'n''roll, de pop psicodélico y de sonido “roots”, y en él no se trata a Yeats como si fuera una pieza de museo, sino que se conecta al histórico bardo con el alma de sus versos.
 
No ha de extrañar, pues, que cumplidos treinta años de sus primeros pasos The Waterboys sigan siendo cualquier cosa menos una pieza de museo. Y la última muestra es “Modern Blues” (2015), que añade esta vez soul sureño a su cóctel de rock clásico y pone sobre el tapete que Scott es, tal vez, lo más parecido a Neil Young que existe en la escena británica. Un disco cuyo sonido sugiere más un parentesco con las recalificaciones retro de Jack White que una obsesión polvorienta por el pasado.
 
 
 

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