miércoles, 30 de noviembre de 2011

ÁNGEL SILVELO ES FINALISTA DEL IV CONCURSO DE MICRORRELATOS ABOGADOS.ES: MES DE NOVIEMBRE

Este gracioso proceso de aprendizaje rápido para abogados, es el que me ha dado de nuevo la posibilidad de ganar este concurso en el mes de noviembre.

ACADEMIA EXPRÉS

Era mi última oportunidad para convertirme en abogado. Mi nuevo teléfono táctil me indicó el sitio acordado. En el portal, había un cartel que decía: academia exprés para abogados. Subí por una destartalada escalera al primer piso, donde me topé con un letrero que ponía: Abogados de oficio = sacrificio sin recompensa. Seguí subiendo, y en la segunda planta leí la siguiente proclama: libertad, la mejor sentencia para un criminalista. Intrigado, empecé a correr escaleras arriba, pero una enorme pancarta detuvo mi marcha: Abogadomía, la insatisfacción del litigador convulso. Vacilé antes de subir a la última planta, pero una voz me dijo: suba, suba sin miedo. Al llegar, vi a mi viejo profesor, que satisfecho al verme, exclamó: ¡aleluya!, por fin un alumno que no tiene miedo a asumir los retos de la profesión, mientras que con su mano extendida, me mostraba la última lección: Abogado = explotación segura.


Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel

martes, 29 de noviembre de 2011

ROMAN POLANSKI, UN DIOS SALVAJE: LA MALA EDUCACIÓN DE LOS PADRES.

Roman Polanski en esta ocasión nos lleva de la mano de Yasmina Reza, para mostrarnos de cerca y con toda su crudeza, uno de los grandes problemas de las sociedades occidentales más avanzadas, porque en su ansia de conquistar nuevos territorios, el ser humano se muestra incansable a la hora de defender aquello que cree suyo, aunque para ello, pierda los papeles y tenga que quedar en evidencia delante de los demás, ya sean éstos extraños o conocidos. La razón, o mejor dicho su razón, se transforma en ese territorio inexpugnable al que nadie puede acceder, ya que todos creemos que nuestras razones son incontestables y las mejores razones del mundo. En esa lucha por conquistar nuevos territorios tanto públicos como privados a la que antes aludíamos, los padres modernos se llevan la palma de la sinrazón, porque cada vez más y en un mayor número, se comportan como auténticos guardianes y defensores de los desmanes de sus descendientes, sin tener en cuenta las últimas razones del comportamiento de sus hijos, ni pararse a pensar tan siquiera en los porqués de sus comportamientos, porque si lo hicieran, a buen seguro se darían de bruces con sus frustraciones.

El acierto de Roman Polanski en esta ocasión, es presentarnos la acción con suma agilidad y destreza en el manejo de la cámara (la película se pasa volando) dotando a la versión cinematográfica de Un dios salvaje de un dinamismo y un encuadre puramente fílmico, que la distancian de la versión teatral, y que Polanski hace plenamente suya dejando gran parte del peso del rodaje a los actores, que desarrollan sus papeles de una forma magistral, sobre todo, en esa conversión que sufren desde la hipocresía inicial de los buenos modales, hasta la desnudez de sus miedos y carencias como personas del final. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué pasaría si los padres dejasen resolver sus conflictos a sus hijos? Pero esa pregunta se nos antoja incapaz de responder en la sociedad actual, pues los padres se muestran cada vez más preocupados por ocupar espacios que no les corresponden y abandonar aquellos que si son legítimamente suyos (como la educación de sus hijos), y si no se lo creen, sólo tienen que pasarse por un colegio y preguntar al personal docente del mismo sobre el estado de la educación de nuestros jóvenes, para darse cuenta que estamos recorriendo el camino en el sentido inverso, y de esta manera, llegar poco a poco a un punto de no retorno.

Un dios salvaje, entre otras cosas, es un magnífico ejemplo de cómo dos chicos son capaces de recuperar su amistad al margen del dañino mundo de sus padres, que sólo tratan de vaciar de contenido las relaciones entre sus hijos, porque en el fondo, por encima de planteamientos y valores respetables, lo que subyace es la necesidad de imponer nuestros dogmas a los demás.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

lunes, 28 de noviembre de 2011

HAPPY THANK YOU MORE PLEASE: EN BUSCA DE LA FELICIDAD O LA NECESIDAD DE AMAR Y SER QUERIDO.

Una y otra vez nos recuerdan que el amor es el sentimiento más importante de todos los posibles, y el que mueve el mundo sin necesidad de dar pedales o ser rico. Josh Radnor (Sam), y a la postre, escritor, director y protagonista de esta cinta, nos da su particular punto de vista acerca de eso que llamamos amor, si bien, él intenta desfragmentarlo en las diferentes etapas por las que pasan las parejas en su búsqueda y hallazgo, e incluso, en el amor universal que un hombre puede sentir por un niño y viceversa, como una muestra de eso que llamamos amor puro. Aparte de este matiz sentimental, la puesta en escena de esta Happy… se basa en la importancia que hoy en día tienen las relaciones de amistad entre los componentes de la generación que supera la treintena sin llegar a la cuarentena, encontrando en ese tipo de intercambios, el verdadero equilibrio que no son capaces de encontrar por sí mismos ni con sus respectivas parejas, a lo que Radnor, impregna de una buena pátina indie en la música, en la luz con la que rueda sus escenas, y en el prototipo de personajes desubicados en una casi anónima Nueva York, paradigma del mundo moderno a todos los niveles, y que en esta ocasión, es simplemente eso, una referencia verbal más que visual.

La búsqueda de la felicidad se convierte, por tanto, en un icono del que se ha oído hablar muchas veces, pero que nadie sabe con certeza si existe, pues las vidas de los personajes, transcurren en un devenir frustrado y frustrante por los condicionantes personales con los que cada personaje se enfrenta a eso que hemos dado en llamar “nuestra vida” o “su vida”. No obstante, a pesar del cliché manido que se emplea en la película sobre el tema, hay algo en los actores y en la trama que te deja con una sonrisa en la boca, porque en el fondo, todas y cada uno de las vidas que se retratan en Happy… parece que terminan por encajar, aunque sea en ese hueco en el que ninguno de ellos había esperado terminar posicionado. Y esa sensación de bienestar, es sin duda una herramienta muy importante en el devenir del film, sobre todo, en los tiempos que corren, donde cada día y en cada minuto, nos recuerdan lo poco que nos queda para seguir continuando con nuestras actuales vidas; y como dice uno de los personajes en la película: ¿felicidad?, gracias, más por favor…

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel

JAVIER CERCAS, SOLDADOS DE SALAMINA: LA FRAGILIDAD DE LA MEMORIA.

¿Quién se acordará de nosotros cuando hayamos muerto? El gran anhelo del ser humano de ser inmortal se desvanece con la misma rapidez que su recuerdo cuando ya nadie evoca su vida, porque ¿qué difícil es atravesar la barrera del tiempo? Escritores, artistas, políticos o personas que llegan a teñir de negro sobre blanco una escueta reseña biográfica en la Wikipedia, pueden pensar que a ellos no les dejarán caer en el olvido, pero ni así, tienen la certeza que alguien entre dentro de sus datos o lean sus novelas o vean sus cuadros, porque grandes genios y personajes ilustres de la Historia de la Humanidad también duermen en el cementerio de los justos, ese que nadie visita, ni nadie sabe dónde está.

La trampa de la memoria parece ser el mecanismo final con el que Javier Cercas nos remueve la conciencia y la memoria para recordarnos el heroísmo de aquellos que perdieron la guerra y la posibilidad de su recuerdo y sentido homenaje, porque de los perdedores nadie se acuerda. La única grieta que se atisba en todo este “relato real” en palabras del narrador, es la excusa última que sobrevuela sobre todo el entramado de esta historia, al dotar a Sánchez Mazas y los cien falangistas existentes en España en la década de los treinta de un poder infinito (“porque por culpa de Sánchez Mazas y por la de cuatro o cinco tipos como él había pasado lo que había pasado…”) sin reparar en ningún caso en su afán de reconstruir la historia de España de esos años, en la formación del Frente Popular en las elecciones del 34 y en el consiguiente fracaso de la Segunda República hasta su desembocadura de la Guerra Civil. Pero hechos históricos aparte, hay que convenir como hace el gran maestro Vargas Llosa, que el gran acierto de este relato es la introducción del propio narrador dentro del mismo, pues convierte a este relato real, en una historia dinámica muy literaria, a veces hasta divertida, con la que consigue llegar a las entrañas más profundas del ser humano, (por ejemplo cuando Miralles le pide al narrador que le abrace), porque como muy bien titula Vargas Llosa en el artículo que encumbró de lectores a esta novela, El sueño de los héroes tiene el encanto de las historias de perdedores, que a nivel literario, siempre son mucho más seguidas que las de los ganadores.

La introducción de la realidad dentro de los relatos de ficción, no es algo novedoso dentro de la Historia de la Literatura, porque por ejemplo, Julian Barnes ya lo hizo en su novela El loro de Flaubert, donde reconstruye parte de la vida del gran escritor francés Gustave Flaubert, pero que en el caso de Soldados de Salamina, Javier Cercas prefiere denominar relato real, cuando en realidad, se trata de un relato de ficción que parte de datos reales, al que de una forma muy astuta, Cercas ha dotado de todos los ingredientes de la buena literatura y donde no faltan el tesón, la poesía, el desánimo, la trascendencia o la intriga. El relato se encuentra divido en tres partes (Los amigos del bosque, Soldados de Salamina y Cita en Stockton) cuyos títulos nos dicen mucho y son una nota más del acierto del autor, pues desde su inicio, son un elemento más del carácter novelesco de este libro, al que Cercas con muy buen acierto, y ayudado al final por la casualidad de la diosa fortuna, supo dar un cierre original y cuando menos acertado, pues el relato de Miralles que cierra la novela, es sin duda, el mejor de los tres, porque tiene la capacidad de dejarnos sumidos en la derrota que siempre supone perder la batalla del tiempo por la fragilidad de la memoria.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

viernes, 25 de noviembre de 2011

ÁNGEL SILVELO ES FINALISTA DEL I CONCURSO DE MICORRELATOS DEL DIARIO INFORMACIÓN.ES

Una vez finalizada la primera fase del concurso donde se han elegido 100 micorrelatos del total presentados, mi micro titulado Nada que alegar, forma parte de los mismos. A partir de ahora, se inicia una segunda fase en la que se podrán votar los micros de 1 a 10 votos, y de entre los 25 más votados, saldrán los ganadores del concurso, que serán elgidos por un jurado. Por eso, os animo desde aquí a que votéis mi micro, que de paso os dejo colgado para que lo leáis y el enlace donde votarle: http://comunidad.diarioinformacion.com/galeria-multimedia/CONCURSOS/microrrelatos-finalistas/35439/51.html


NADA QUE ALEGAR

Yo formaba parte de un grupo musical, y nunca fui tan feliz. Fumaba todos los cigarros que quería y viajaba en barco cada vez que tocábamos en las islas. Todo era perfecto hasta que apareció ella. Me dijo que era abogada, de causas imposibles, añadió. No sé por qué, pero se enamoró de mí. Nunca entendí su tenacidad para sacarme de la cárcel. Yo no la quería, pero harto de su insistencia, le dije: haz que lo nuestro encaje. Me dio clases de derecho y me consiguió la condicional. Incluso logré un puesto de abogado en el turno de oficio. Pero algo falló en su plan, y ahora, ella está en el banquillo de los acusados, esperando a que yo le demuestre mi amor. ¿Algo que alegar?, me pregunta el juez. La miro mientras leo distraído el periódico INFORMACIÓN, y contesto: no señoría, nada que alegar.

Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

JULIO DE LA ROSA PUBLICA UN DVD CON LA HERIDA UNIVERSAL EN IMÁGENES‏

Julio de la Rosa decidió ponerle imágenes a cada uno de los dieciséis cortes de su laureado disco La Herida Universal (premio del público en los Premios de la Música Independiente UFI 2011 y en lo más alto de todas las listas del año). El resultado es un disco que, además de oírse, se puede ver: dieciséis videoclips de todo rango y condición, desde vídeos caseros al primer Premio Nacional de Videoclips FIVA 2011. Con realizadores y realizadoras como Laura Prieto, Marta L. Lázaro, Alicia Guirao, Eva Pallarés, Ignacio Celma, Jorge Flames, Merche Cervera o el mismo Julio de la Rosa.

Además de las imágenes, incluye el disco original en audio y también El Hilo Salvaje, un ep con cuatro temas inéditos extraídos de las sesiones de La Herida Universal. A esto hay que añadir varios videoclips alternativos y comentarios de todos los vídeos.
El resultado, publicado por Ernie Records, podrá disfrutarse a partir del 13 de diciembre.



CYAN NOS DEMUESTRA LO BIEN QUE LE HA SENTADO EL TRAINING DE LOS FESTIVALES VERANIEGOS EN LA SALA SIROCO DE MADRID.

Cuando vas a ver a Cyan, sabes de antemano que vas a encontrarte con la energía de Javi Fernández sobre el escenario, que reparte muy bien y a partes iguales, sobre las teclas de su piano o las del mini teclado electrónico que le acompaña, a la vez que rasca las cuerdas de su guitarra y su voz. Sin embargo, y a pesar de la estrechez de la sala elegida para su último concierto (inadecuada a todas luces, por lo pequeña que se le quedó al grupo), lo más sobresaliente el pasado viernes en la Sala Siroco de Madrid, fue la contundencia del sonido de este quinteto catalán, al que se le nota que ha aprovechado muy bien el verano, no sólo para sacar un Ep con cuatro canciones más que notables, sino también, para rodarse por todos aquellos macro festivales en los que han conseguido colarse, amén de las grabaciones de videoclips caseros dentro de las aguas del Mar Mediterráneo incluidas. Pues los que ya les vimos en la Sala Boite de Madrid hace unos meses, pudimos quedarnos con esa sensación de franca y acertada mejoría de un grupo, que si toda va bien, está llamado a estar en los primeros puestos del escalafón indie nacional, aunque su música, una mezcla entre pop-rock y el power pop, no desentonaría en las grandes cadenas radiofónicas que diariamente nos anuncian “lo más” de la música española.

Las herramientas para atesorar todo lo dicho, son tan escasas como elementales, pues sólo les ha hecho falta componer un puñado de buenas canciones, a las que han sabido dotar de brillantes melodías y casi mejores letras, pues ya en este momento de su carrera, no hay que pasar por alto, que la mayoría de sus seguidores cantan sus temas como si lo hubiesen estado haciendo toda la vida, lo que hace dinamitar la fina e invisible línea que los pudiera separar de sus artistas favoritos, porque Cyan (y sobre todo Javi Fernández) se mostraron muy cercanos a su público, y muy enchufados desde el primer momento, no dejando decaer en ningún instante esa capacidad para aunar fuerza, ritmo y sentimiento en el setlist que eligieron, y por el que pasaron canciones como Volando Eléctrico (que sirvió para comenzar el concierto), o grandes clásicos de su repertorio como Esos niños, Las Cenizas del verano o En mi Nave, que supieron arropar muy bien con la versión de Quique González de su hit Salitre, todo un petardazo sonoro y musical que consiguió deleitar a todos los asistentes.

En definitiva, Cyan nos demostraron el otro día en la Sala Siroco de Madrid, lo bien que les ha sentado el training de los Festivales veraniegos, pues los han invertido, para cubrirse de una pátina musical y de puesta en escena que concierto a concierto les llevará sin duda hasta lo más alto del panorama musical español.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

lunes, 21 de noviembre de 2011

ÁNGEL SILVELO SELECCIONADO EN LA VIII EDICIÓN DEL CONCURSO DE RELATOS "ACERCANDO ORILLAS" DEL AYTO DE ZARAGOZA 2011.

Entre premio y premio, recibí la llamada de una persona de la Casa de las Culturas de Zaragoza, para invitarme a recoger el diploma con el que he sido premiado, y anunciarme que estoy seleccionado dentro de la próxima publicación, que a tal efecto, se hará de los relatos elegidos para formar parte del libro recopilatorio que verá la luz en las Fiestas del Pilar del año 2012. 

Ya estuve seleccionado con publicación en la pasada edición, pero todavía no he recibido por parte de los organizadores del concurso, la copia del diploma y el libro que me dijeron que me enviarían a casa. En fin, una pena que por culpa de la crisis, los ayuntamientos no dispongan de sobres y sellos para hacerme llegar mis galardones. Como dice el refrán, no hay mal que cien años dure. Pues eso.

Os dejo un extracto del relato.




EL PREMIO

… Y de nuevo te vi, sin necesidad de recordarte entre las cortinas de mi memoria; entonces estabas poseída por la levedad de las nubes bajas, escondida bajo un manto mitad blanco mitad gris, y perdida en los confines del tiempo, como mis recuerdos; esta vez sin embargo, te sentí arrebatada por los sueños de los perdedores a los que cobijabas, y perpleja por los tiempos que te habían tocado vivir; y te vi y no te reconocí, porque en ese primer instante, sólo supe distinguir que estabas afincada bajo tus raíces, como siempre, e intuí que te encontrabas a la espera que alguien fuera a buscarte, y sin pensármelo dos veces, me comporté como si yo fuera el explorador de tierras inaccesibles y el descubridor de lugares remotos al que estabas esperando, y así sin más, de nuevo me recibiste con los brazos abiertos, en un alarde de generosidad cargado de buenas intenciones; después de ese primer vistazo te dejaste ver, y mis ojos, todavía sin dar crédito a aquello que tú me mostrabas, se perdieron otra vez en el brillo de tus edificios, el reflejo de las aguas de tus fuentes y la cercanía de las personas a las que acoges, que sin necesidad de engañarme, me mostraron la senda hacia el premio que había ido a recoger; esos caminos convergentes, que sin mucho esfuerzo, me llevaron a esa primera vez, la nuestra; a esa mañana del mes de enero en la que tú posabas tímida y jugabas al escondite tras la densa niebla del río Ebro, mientras esperabas a que los aires del Moncayo te dejasen ver tal y como eras, tal y como eres, sin buscar esa falsa necesidad de taparte bajo el tamiz de los sueños; esa primera vez, me dirigí hacia mi nuevo lugar de trabajo, y lo hice ausente ante tus encantos, sordo ante tus señales y ciego ante tus múltiples miradas, y caminé absorto con la melancolía de los que no saben que lo bueno está aún por llegar...

Extracto del relato El premio, de Ángel Silvelo Gabriel.

ENTREGA DE PREMIOS DE LA XVIII EDICIÓN DEL CONCURSO DE RELATOS CLUB TAURINO MAZZANTINI

El sábado atravesamos por segunda vez, en menos de quince días, la meseta castellana. Llegamos a Llodio, donde bajo un sol que invitaba a quitarse el jersey, recibimos la no menos calurosa bienvenida de la Junta Directiva y de gran parte de los socios del Club Taurino Mazzantini. Una vez hechas las presentaciones, nos dirigimos al restaruante donde se celebraba la comida anual del club, así como la entrega de premios taurinos y literarios. Yo tuve la suerte de compartir mesa y mantel con Txani y Javier, con quienes tuve la oportunidad de hablar de literatura hasta que llegó el momento de la entrega de premios. Desde aquí, quiero dar la enhorabuena al novillero Fernando Rey, aparte de por los premios recibidos (tres en total) por el aplomo y serenidad de un hombre duro, bajo cuya coraza hay un estupendo chaval de diecisiete años. Por parte de Manuela y mía, expresar nuestro más profundo agradecimiento por el trato recibido por todos, Junta Directiva y demás personas que nos acompañaron durante toda la tarde, que hicieron que guardásemos un recuerdo muy especial de ese día tan señalado para nosotros. Gracias a todos.

La anécdota literaria del día, se produjo cuando Txani me presentó a Jon Bilbao, reciente y flamante Premio Euskadi en la sección de literatura en castellano, por su obra Bajo el influjo del cometa, y con el que tuve la ocasión de charlar brevemente sobre la literatura y su mundo.

A petición de mis más allegados, a continuación cuelgo las palabras que pronuncié en el acto de entrega de premios.

¡Hasta la próxima!

"La senda del poder de los sueños avanza solitaria por la infinita estepa que es nuestra vida. Y a veces, sólo a veces, se detiene para recordarnos que merece la pena seguir creyendo en ella. Cuando uno empieza a escribir, nunca piensa que le pueden llegar a ocurrir cosas como ésta, salvo claro está en sus sueños, que como una película infantil disfrazada bajo el traje de un tiovivo multicolor, no paran de mandarte destellos de imágenes entremezcladas con las ilusiones que todos tenemos desde que somos pequeños.

En esta ocasión, la diosa fortuna, caprichosamente se ha detenido sobre mi relato titulado El Niño del Arzobispo, donde las ilusiones juegan un papel muy importante, porque el protagonista, víctima de ellas, expresa al cura que le da catequesis que quiere hacer la primera comunión vestido de torero, y en ese desenlace a primera vista amargo, crece una historia de fantasía. Y así, nuestro joven protagonista, busca sus porqués alejándose de la cicatería aventurera y ensoñadora de sus padres y amigos, para de una forma natural, buscar la cercanía de su abuelo, un ex banderillero de plazas de tercera, junto al que recorre la senda de un toreo que sólo existe en sus cabezas, y lo hacen bajo la atenta mirada de los toros de la Venta del Batán que más adelante se lidiarán en la Feria de San Isidro.

Ese terreno de Fiesta sin luces, es el que nuestro pequeño héroe rememora en una televisión en blanco y negro, y en las faenas que se inventa para sí mismo en la soledad del salón de su casa, en la que sólo se acompaña de un trapo de cocina a modo de muleta y de un cuchillo de sierra simulando a un estoque. En ese toreo de salón de diminutas dimensiones, es donde él dará rienda suelta a su imaginación y a los sentimientos taurinos que lleva dentro, que como un coral bañado por aguas cristalinas, a él se le antojan puros e infinitos. Lo que una vez más, le hará preguntarse qué hay de malo en hacer la comunión vestido de torero, pues para él, no hay un sentimiento más cercano y verdadero.

Pero como en las batallas no todo son derrotas, el insomne ingenio de nuestro pequeño torero, le llevará de nuevo por la senda de la victoria, y lo hará, de la mano de su bienintencionado párroco, que sin saberlo, le dará las claves que le harán abandonar su anonimato a modo de un Cordobés moderno, convirtiéndole así en la próxima estrella del toreo, y todo, gracias al nuevo pase taurino que ha inventado bajo el sobrenombre del Tetramorfo; una entelequia taurina que está pensada con la cabeza de un hombre y que será ejecutada con la destreza de un águila, el poder de un león y la fuerza de un toro. En definitiva, El Niño del Arzobispo tiene dentro de sí, una historia de deseos que sin necesidad de desvelar su desenlace (al que he dotado de una cláusula de cierre en la que el paso del tiempo nos ayuda a entender el relato), en esta ocasión no acaba con la consecución de aquello que el protagonista de la historia había soñado.

Por último, y como he dicho anteriormente, uno nunca piensa que le puedan ocurrir cosas como ésta, aunque sueñe con ellas. Por eso, uno nunca imaginó que pudiera ganar un Certamen Literario, que aparte de una gran solera e importante dotación económica, es uno de los más significados de temática taurina de toda la geografía española, lo que ensalza aún más el espíritu que todo escritor necesita para seguir buscando esa voz propia que le sirva para hacerse un camino en el mundo de las letras. Es por ello, que desde aquí, quiero expresar mi más profundo agradecimiento al jurado del Certamen de Relato Taurino Club Taurino Mazzantini por haber elegido mi relato titulado El Niño del Arzobispo como merecedor de este premio.

Muchas gracias, a todos. "

viernes, 18 de noviembre de 2011

LOUISIANA NOS ABORDA CON LA CÁLIDA CERCANÍA DE LA BUENA MÚSICA EN SU CONCIERTO DE LA SALA COSTELLO.

No hay mejor manera de acercarse a las personas, que quitarse la careta de la frialdad y la indiferencia para quedarse sólo con el semblante de la sinceridad y la cercanía. Esa es una lección que traían muy bien aprendida Louisiana respecto a la vez anterior, cuando los vimos en directo en la Sala El Sol de Madrid, pues como confesó Ana Muñoz en el concierto de ayer, en esa ocasión, obviaron hasta decir su nombre. Alejados por tanto de los clichés de las formaciones arquetípicas de la música española, Louisiana salieron al escenario dispuestos a regalarnos grandes dosis de cálida cercanía a través de la música, y que se convirtió en una forma tan sencilla como efectiva de romper el hielo, a la que ellos le añadieron chistes y anécdotas entre canción y canción, sin necesidad de mostrarse trascendentes o arrebatadores, pues eso lo dejaron para sus canciones; una sinfonía de elementos sonoros que como un caleidoscopio, se nutre de los ritmos pop, la chançon francesa, el folk multi instrumental o el jazz más cercano a grupos anglosajones de finales de los ochenta como Style Council, Swing out Sister o Fine Young Cannibals, todos ellos, con claras conexiones de la música soul hecha por blancos, mezclada con el jazz y las melodías suaves.

No hay valor sirvió para romper el silencio de la Sala Costello, y lo hizo con un ramalazo a chançon francesa en los teclados, que de pronto se para y se convierte en un río rabioso que fluctúa sobre las cuerdas vocales de Ana Muñoz, a las que le gusta ese tránsito por el medio tiempo eléctrico; porque esa es una de las características de la música de Louisiana, la fusión de ritmos y sonidos que se deconstruyen unos a otros, para dar como resultado canciones que te invitan a entrar y salir por diversos estados anímicos y musicales, en lo que sin duda es una demostración de su cercanía a un tipo de música más adulta y que sale fuera de los límites habituales; y lo hace, de la mano de unas buenas letras trabajadas bajo los signos de una poesía frágil, tierna e inocente que casi te llega a estallar entre las manos. Miss Antropía fue el primer tema nuevo de la noche, porque ayer Louisiana aprovechó el concierto para mostrarnos nada menos que ocho nuevas canciones, donde se ve la clara ascensión compositiva del grupo. Miss Antropía comenzó con un leve punteo de Ana, para casi de inmediato regresar a esa tensión que no acaba de romperse y que busca una salida que se engancha con la sonoridad eléctrica y dramática del escapismo que necesita de un destino, y que cuando lo consigue, se muestrea dichoso en medio de los ecos vocales de Ana. Con A Mares llegó el primer ¡buenas noches! de Ana Muñoz, y la percepción que la música iba fundiendo el hielo de la sala. Este nuevo medio tiempo, se comportó como una división que separa la inexistente línea que a veces hay entre el jazz y el pop más elegante, del que la gravedad vocal de Ana sabe impregnarse, y que como un náufrago, nos envía señales de ayuda, pero lo hace como una clara invitación a escaparnos a ese no lugar en el que habita la buena música, que esta vez acaba con un buen punteo instrumental que se declina por un arribismo acústico de más de seis cuerdas. Nubosidad Variable comienza con broma incluida acerca del grupo, pero que enseguida olvidamos cuando la voz de Ana Muñoz nos invita a irnos al territorio de un folk casi acústico, que una vez más, se reconvierte en una fuerza arrebatadora y plagada de baterías casi marciales.

¿Queréis bailar?, dijo Luis, y empezó a sonar Arca de Noé, el primer tema instrumental de la noche, con claras referencias a HATEM y a esa fusión de música folk y celta, rítmica y con invitación a la fiesta, que hizo que la presentación de Tinnitus, se convirtiera de nuevo en una demostración de fuerza arrolladora que no claudica ni con baquetazos de bombo y platillos, y que nos lleva hasta Nirvana, que según nos anuncia Ana, es una cover de una canción de Ramoncín, y la canta en francés, un idioma que se acopla perfectamente a su registro vocal, para retrotraernos a esos grandes espacios jazzies de toda la vida, que se rompen cuando suena Al extranjero con un claro ritmo pop que se deconstruye hasta fusionarse con la cacofonía sonora de HATEM, para más tarde convertirse en un auténtico grito de libertad que nos lleva a esa tierra de nadie que también ocupa La Buena Vida, en un armonioso y delicioso ciclo. Los grandes temas siguen saliendo del escenario y Feliz Daño Nuevo nos atrapa en su corta e intensa exposición, pues sus tonos cálidos y dulces no nos dejan indiferentes, y que de nuevo volvemos a paladear en Circo, el cuento de la princesa y el guisante (una de las mejores canciones de la noche) con unas palmas de inicio, que nos invitan a una fiesta que termina con melodías interminables de ritmos apasionados que se entrecortan y nos impiden irnos, para sumergirnos sin complejos en la historia que Louisiana nos cuenta, como si estuviésemos escuchando un relato cargado de enigmáticas melodías que juegan con nuestros sueños perdidos.

El bis comenzó con Reformulación de Daddy (otra gran canción) y que interpretaron Ana y Luis a solas sobre el escenario, pero que nos puso los pelos de punta con la fusión entre la melódica guitarra de él y la tenue fragilidad de ella, con una voz que se rebela ante la soledad de las seis cuerdas, y que en directo, delata la enorme complicidad entre ellos dos, que aparentemente con casi nada, construyen una gran canción, que en esta versión (más larga y emotiva) nos convence más que en el disco, porque a veces, en la sencillez está el éxito. La voz telúrica es otro tema instrumental que sirve a Louisiana, para envolvernos dentro de los ecos que nos guían hacia las profundidades de un cielo estrellado e infinito, un cielo sin fronteras ni límites, al que se une el resto del grupo. La cálida cercanía de la buena música que ayer nos mostraron Louisiana, acabó con Que me desamor, con ritmos nuevamente cercanos a La Buena Vida, un espacio donde parece que Louisiana se encuentra más a gusto, y en el que se enreda con una limpia sinuosidad de seres alados que revolotean en plazas sin nombre. Se despidieron, pero Luis Cebrián contento con la actuación, invitó a Ana Muñoz a bajarse del escenario, y en acústico, nos hicieron el último regalito; “podía perdonarte que no sepas volar”, para demostrarnos que los suyo es una espectacular ascensión hacia la buena música.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

FESTIVAL EÑE 2011: UN ENCUENTRO ENTRE LA PALABRA ORAL Y LA ESCRITA.

Sedientos de experiencias que contar, ávidos de fragmentos que recordar y exhaustos por las infinitas escaleras del Círculo de Bellas Artes de Madrid que tuvimos que salvar, nos dirigimos a este vasto festival de la cultura de la silente palabra impresa y de las emociones cercanas de la palabra hablada; y lo hicimos con la sana intención del curioso que se acerca a un lugar que intuye que le va a gustar, pero del que todavía desconfía, por el entorno y el ruido mediático que acompañan al evento. Pero como en una época de profunda crisis todos andamos perdidos en mitad del desierto, en cuanto podemos, buscamos un oasis donde refrescar nuestra mente y apaciguar nuestros resecos sentimientos. Y así, nosotros incendiamos a nuestros músculos y retamos a nuestras preconcebidas ideas bajo el símbolo de una letra tan española como la “ñ”. ¿Y cómo lo hicimos?, pues nos sumergimos sin pudor en una pequeña parte de todo aquello que el Festival Eñe nos proponía: conferencias, lecturas, mesas redondas, ilustraciones, caras a caras, acciones, parejas de baile…

Y entre tanto dónde elegir, nos acomodamos en el circular Salón de Columnas, que poco a poco se fue quedando huérfano de las luces delatoras de sus altivos focos, para dejarnos a solas en la cercanía de Blanca Berasátegui y Álvaro Pombo, que al comienzo de su encuentro, deambularon por el terreno de la actualidad, que en forma de elecciones y situación nacional y planetaria, impregna cada hoja que escribimos y cada tertulia que abordamos. Al margen de las consideraciones pegadas a la rabiosa y triste actualidad, el buen saber hacer y la fina inteligencia de Berasátegui, nos fue conduciendo por el camino de la personalidad histriónica e intelectual del santanderino Álvaro Pombo, que como todo aquel que ya ha conseguido un gran puñado de cosas a lo largo de sus vida, fue quitándole importancia a todos los adornos con la que los demás la ornamentamos, dejándonos solos y desnudos ante la sencillez de los ilustres e ilustrados. Y ahí, fue donde la importancia de la palabra oral, de una forma inesperada, cobró una gran importancia en su discurso, cuando nos reconoció que él dictaba sus obras (y no las escribía), lo que le unía a su admirado Henry James y a otros muchos grandes escritores de otras épocas. Y como si hubiésemos sido depositados durante algo más de una hora en otra época, salimos del encuentro con esta singular pareja de baile, convencidos que la palabra escrita como mejor se disfruta es en la intimidad del silencio propio, ajenos al ruido que es capaz de romper uno de los encuentros más intensos y reconfortantes a los que se puede enfrentar el ser humano; del mismo modo, que regresamos al presente, convencidos que la oralidad de la palabra hablada, emite sus máximos destellos en la penumbra de un sonido colectivo, donde el intercambio de ideas y palabras la enriquecen hasta llegar a conformar lo que hemos dado en llamar lenguaje, porque como muy bien apuntó Álvaro Pombo: “el límite de tu lenguaje, es el límite de tu mundo”, y aunque salimos muy conscientes de nuestros escuálidos dominios lingüísticos, convenimos en el regocijo de aquellos que salen con un bagaje mayor del que entraron en una materia que les interesa.

En la jornada siguiente, asistimos con el corazón en un puño (y no es una metáfora) a la conferencia exprés que Luis Alberto de Cuenca ofreció en la Sala María Zambrano de la quinta planta del Círculo de Bellas Artes, como digo, muy cerquita del cielo, pero para nuestra desgracia, cuando llegamos, la sala ya estaba llena y el acto comenzado, por lo que hicimos todo lo que pudimos por poner toda nuestra agitada atención en la lectura rápida, amena y de gran calado intelectual con la que Luis Alberto nos obsequió, dando una magnífica pincela sobre la Ilíada y la Odisea, para forjar el título de su conferencia, que no fue otro que el de La literatura comenzó en Homero; y entre la prosa poética y sus cánticos de la Odisea y la Ilíada, su disertación fue el ejercicio de un erudito calado y canalizado por una profusa cultura clásica, que si bien es cierto que de una forma exprés, pudimos disfrutar como una modalidad más de la palabra hablada, que en este caso se convirtió en palabra leída.

Una vez que conseguimos recuperar nuestros latidos cardiacos en el particular viaje que nos llevó más allá del cielo, nos recolocarnos de nuevo en las sillas plegables del enigmático Salón de Columnas, y lo hicimos parapetados tras la oscuridad circular de los oyentes intrépidos. En esta ocasión, allí asistimos al encuentro entre la impetuosa y arrebatadora prosa de Antonio Lucas, y la pausada disertación de Félix de Azúa, que como una extraña pareja de baile, fueron desglosando conceptos de vida y literatura en una perfecta danza multidisciplinar. Lucas comenzó desglosando brevemente la vida y obra de Azúa, para pararse en el principio de la misma, con una referencia a los Novísimos y como ejemplo de ruptura con toda la poesía anterior escrita hasta ese momento en España, dándole, sin ellos saberlo todavía, el adjetivo de masas a esta disciplina literaria, como en su momento ya ocurriera con la pintura y demás manifestaciones artísticas. Azúa se mostró escéptico de su participación en tal movimiento, que más bien atribuyó a quienes le acompañaban, y aprovechó para confesar que, para él, la versión más difícil de la literatura es la poesía, sólo apta para los mejores, y que su falsa modestia le hizo, le hizo ausentarse de la misma, pero que también le sirvió para trasladarse hasta ese falso desencanto de la izquierda, tan de moda en la actualidad, en un ejercicio de autocrítica que le alaba. Esa búsqueda de algo distinto, a él le hizo abandonar la Cátedra de Estética de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Barcelona, hastiado de un ambiente universitario y un sistema educativo profundamente erróneo y sin salida. Esa particular y aparente facilidad, para ir abandonando unos estadios para instalarse en otros distintos, es sin duda también, una de las señas de identidad de su obra literaria (en el más amplio sentido del término), porque ha abordado casi todas sus disciplinas desde el periodismo en sus artículos del diario El País, que le llevaron a resaltar la figura de Unamuno no como novelista, sino como un gran articulista y periodista, o hasta la filosofía, o a su nuevo proyecto que recala sobre el Pentateuco en su afán de llegar al origen de todas las cosas. En definitiva, ímpetu frente a serenidad; torrente verbal frente a discurso tranquilo, en una simbiosis donde la palabra oral, esta vez salió ganando.

Sin movernos de donde estábamos, asistimos al gran cara a cara de la noche, con un Salón de Columnas abarrotado de personas, tanto sentadas como de pie, que irrumpieron en un largo y caluroso aplauso cuando la gran dama de las letras españolas, Ana María Matute, se sentó sobre la silla del estrado, que a modo de trono, ocupó por espacio de algo más de una hora. Y enfrente, Juana Salabert, profunda conocedora de la obra de Matute y de su persona, pero a la que le faltó esa amenidad y soltura, que toda charla que no llega a ser entrevista, debe tener. En ese medio camino de tiras y aflojas, volvimos a descubrir el gran genio e ingenio de la Matute, que curtida en mil y una batallas, repasó su infancia entre Madrid y Barcelona, la guerra, el miedo a los bombardeos que luego se trasladó a los ruidos de las verbenas, y esa sensación que tuvo desde el principio de ser una niña rara. Y por encima de todo eso, la espontaneidad y la sinceridad de las grandes, porque así se comportó, sin más galones que los de su propia obra; una obra cargada de anécdotas, como la de Delibes, cuando ella quedó finalista del Nadal y le dijo una y otra vez que no dejara de escribir. Una perseverancia que se convierte en pura sencillez cuando le preguntaron qué le aconsejaría a un escritor novel, y ella, muy directa, dijo que lo que nunca debe hacer alguien que empieza a escribir, es distraerse, porque el verdadero escritor, no es aquel que escribe para ganar dinero, sino el que una novela tras otra busca su propia voz. Pues como muy bien dijo casi al principio de su intervención, en su casa siempre se ha vivido en una perpetua crisis, porque la literatura es el camino equivocado para ganar dinero. Y bajo la lluvia de aplausos que despidieron a Ana María Matute, abandonamos un poco maltrechos en lo físico y repuestos en lo espiritual, las bellas e incómodas instalaciones del Círculo de Bellas Artes, esperando nada más salir de ellas la edición del Festival Eñe del año que viene.

Crónica de Ángel Silvelo Gabriel.

martes, 15 de noviembre de 2011

JUSTICIA GRATUITA

Nunca he sido presa de la ansiedad. Pero ahora todo es distinto. Mañana es mi cumpleaños y no tengo dinero para invitar a mi novia a cenar. Llevo tantos meses sin cobrar, que ya no me acuerdo de lo que ganaba en el turno de oficio. Mis brillantes calificaciones en Derecho, no me han servido para ocupar otro puesto en el Juzgado de Instrucción, al que acudo cada mañana. Cuando mi novia me ve enroscado dentro de mi náusea, siempre utiliza el mismo candado para sacarme de ella. Cariño, me dice, la culpa la tiene esta maldita crisis que se comporta como un gas tóxico y letal en todo aquello que toca. Mientras pienso en ello, alguien me tiende una papeleta antes de entrar al Juzgado que pone: JUSTICIA GRATUITA. Instintivamente cojo el bolígrafo que llevo en la chaqueta y le añado: y un sueldo digno y efectivo para defenderla.

Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel

jueves, 10 de noviembre de 2011

THE NOISES PUBLICA SU PRIMER LP, BELLAVISTA.

Directamente desde Madrid, The Noises te sirven en su primer LP Bellavista la frescura de la música anglosajona y la tensión de la desnudez de las letras en castellano. Todo comenzó en 2006 cuando Fran, Oliver y Sergio decidieron plasmar en canciones los deseos y sonidos que echaban de menos en la escena musical nacional. Después se sumaron al viaje Chuso y Pablo completando el quinteto que ahora interrumpe el letargo de la música con las diez rotundas canciones de Bellavista. Dicen The Noises que “Bellavista” representa “la lucecita diminuta que se ve al fondo del túnel después del ruido, momentos caóticos y nervios…. siempre hay una calma bella que te hace tirar para adelante con más ganas”. Precisamente no es calma lo que encontramos en sus composiciones si no un compendio de música eléctrica, inmediata, directa, joven, enérgica, bailable, y por qué no punzante. Y aunque jóvenes, se han servido de la experiencia de los directos y de sus dos anteriores Eps para que nos movamos a base de pop rock con influencias británicas, con marcadas guitarras, potentes líneas de bajo y baterías agitadas. Todo, en una colección de canciones que hablan de experiencias personales presentadas ante la mirada de los demás, de la dosificación del amor y de la huida enérgica del pasado para vivir hacia delante. Es emocionante levantarte y poder escuchar un disco de principio a fin sin poder parar de darle vueltas y más vueltas gracias a diez canciones de las que se podrían escribir un listado interminable de adjetivos. Desde la coreable “La Ciudad es tuya”, el primer single con el que se presentan y abren el Bellavista. Ponerte una sonrisa en la cara con “Rara Avis”. Dar un giro a un mal día con la positiva “Mandanga”. Encontrarte con aquellas verdades dolorosas en “Equilibrios”. Querer verte entre la multitud cantando a voz en grito “1984”. Encontrarte frente a frente con el rock que destila “Control” o la sensualidad de “Shake” y sus sugerentes gemidos. Creer que has estado en una película al terminar de escuchar “Adiós Mundo”. Saber que no hay espacio para la soledad con “Giselle”. Y terminar en un acto de sinceridad con “Noviembre”. ¿Quiénes te hacen vivir todas estas sensaciones y experiencias? Fran Gómez (voz), Chuso Ruiz (guitarra y coros), Pablo de la Fuente (guitarra y percusión), Sergio Benavente (bajo y coros) y Oliver Ruiz (batería). En 2010 se metieron en los estudios Reno para grabar los tesoros de Bellavista con Karim Burkhalter y dejar a Juan de Dios (productor del último disco de Amaral) que lo hiciera redondo con la mezcla y masterización. The Noises son ganadores de la IV edición del Festival Jack Daniel´s Backstage y del concurso Music Concept, entre otros, han actuado en las principales salas de Madrid y Barcelona. Además, The Noises han estado en el cartel de los festivales de verano más importantes como el Arenal Sound, Sonorama, Festival Mancha Pop y el Festival Santa Barbara Music. Próximamente estarán en el primer Fnac Music Festival que se celebrará en Madrid el próximo 27 de diciembre. Es el momento de dejarse seducir por la energía, es el momento de The Noises y Bellavista. Bellavista (BMG/ Hook Ediciones Musicales) estará disponible en formato digital y en CD el lunes 14 de noviembre.

FESTIVAL EÑE 2011: UNA FIESTA LITERARIA.

El Festival Eñe es una fiesta que nace de nuestra revista literaria. Con el Festival, Eñe. Revista para leer se ha convertido también en un encuentro físico de escritores, editores, lectores y todas aquellas personas a las que les apasiona la buena literatura.

La próxima edición se celebrará el 11 y 12 de noviembre de 2011, y será la quinta en total y la tercera en nuestra sede habitual en Madrid, el Círculo de Bellas Artes, que además es nuestro principal socio organizador junto a la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Cultura, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Instituto Cervantes

El Festival Eñe nació en Madrid, en noviembre de 2009, y desde el año siguiente se convirtió en dos citas anuales, ya que en agosto de 2010 tuvimos una edición en Montevideo, Uruguay, y, en abril de este año, otra en Lima, Perú.

Así, a uno y otro lado del Atlántico tenemos un Festival Eñe Madrid y un Festival Eñe América.

En colaboración con la AECID, el Festival Eñe tendrá cada año una edición en una ciudad diferente de América, y la próxima ya está anunciada para celebrarse en la Ciudad de México en 2012.

Con ello, nuestra revista sigue ampliando su sueño, el que ya fijara en su editorial del primer número: Eñe es la revista de un idioma.

El intercambio entre América Latina y España ha enriquecido de forma notable ambas ediciones. En Madrid permite conocer de cerca a una excelente selección de escritores del otro lado del Atlántico y, en las ciudades americanas, que los autores españoles transmitan sus ideas y experiencias literarias.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

THE BELLE BRIGADE: UN REFUGIO FOLK EN MITAD DEL BOSQUE.

En un mundo donde la crisis económica nos ha llenado la faz de la Tierra de vidas sin salida, todavía hay exploradores que se atreven a salir al exterior y comportarse como conquistadores de los espacios vacíos que aún nos quedan sin expoliar. Algunos de esos insatisfechos son artistas, y dentro de éstos, músicos, que con su voz y sus guitarras nos cantan las mil y una aventuras existenciales que todavía nos quedan por vivir. Los hermanos Gruska lo hacen bajo el nombre de The Belle Brigade, y parapetados bajo las coordenadas de la música folk; un mecanismo casi siempre eficaz, y que ellos argumentan con temas como Sweet Louise (que abre su primer y homónimo cd), en el que buscan esas referencias ya clásicas de cantantes como Paul Simon, según declara el propio Ethan Gruska en una reciente entrevista.

Esa estela de búsqueda y exploración de nuevos territorios tan en boga en las grandes bandas de la música actual, es la que sigue esta joven banda norteamericana cuando indaga en sus propias heridas (la canción Lucky Guy se basa en una experiencia personal), pero que ante el infinito poder de la naturaleza (uno de los mayores anhelos de los grandes conquistadores) caen embelesados por los rayos del sol que se filtran a través de los frondosos árboles del bosque bajo los que se protegen; una coraza que a veces emplean para desplegar toda la magia del folk de siempre, y que en ocasiones se pega al pop rock californiano de los ochenta bajo el influjo de bandas como los Flying Burritos Brothers (del que dicho sea de paso, el grupo español Los Secretos son grandes admiradores), y en otras, se muestran más vivos e irreverentes cuando con canciones como Where not to look for freedom, Losers o Belt of Orion se lanzan a la conquista de nuevos territorios bajos los pasos de los Arcade Fire, si bien éstos nos mostraron una magnífica oda musical acerca de los suburbios urbanos. Porque los espacios aledaños a las grandes ciudades que transitan The Belle Brigade son diferentes y mucho más cercanos a la frondosa y salvaje vegetación que existe en los límites de las ciudades norteamericanas. Un exilio salvaje que proyecta su música en canciones como Shirt y Lonely lonely, donde el trepidante ritmo de su música y la fuerza de Barbara Gruska nos llevan de la mano por los senderos más profundos de esos lugares que sólo ellos conocen, y donde la vitalidad y la buena música se dan la mano.

En este sentido, tanto Barbara Gruska como su hermano menor Ethan Gruska, deben estar muy satisfechos por la buena acogida que está teniendo entre la crítica especializada de su país su homónimo The Belle Brigade, lo que les ha llevado a incluir su tema I didn’t mean it en la banda sonora de la próxima entrega de la película de la saga Crepúsculo, y que se puede escuchar en la página web del grupo http://www.thebellebrigade.com/ En un mundo plagado de falsos estereotipos sobre la música norteamericana, los hermanos Gruska con su grupo The Belle Brigade son una magnífica oportunidad para romper esas falsas barreras que todavía existen, y si no, baste escuchar la sobresaliente Rusted Wheel, donde con un portentoso órgano de fondo, la voz de Barbara vuelve a brillar una vez más bajo la falsa protección de una naturaleza salvaje a la que The Belle Brigade consigue conquistar y que se derrite con la entrañable Fasten you to me que cierra el disco.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

ÁNGEL SILVELO GANA EL PRIMER PREMIO DEL CLUB TAURINO MAZZANTINI DE RELATO TAURINO 2011

Cuando uno empieza a escribir, nunca piensa que le puedan ocurrir cosas como ésta, salvo en sus sueños, que como una película infantil no paran de mandarte imágenes entremezcladas con las ilusiones que todos tenemos de pequeños. En esta ocasión, la diosa fortuna ha recaído sobre mi relato titulado El Niño del Arzobispo, donde las ilusiones también juegan un papel muy importante, porque el protagonista, víctima de ellas, expresa al párroco que le da catequesis que quiere hacer la primera comunión vestido de torero, y en ese desenlace amargo a primera vista, crece una historia de fantasía, donde los deseos acaban cumpliéndose, aunque no sea como el protagonista de la historia había pensado.

Si he comenzado diciendo que uno nunca piensa que le puedan ocurrir estas cosas, aunque sueñes con ellas, es por el mero hecho que este Certamen Literario aparte de su gran solera e importante dotación económica, es (bajo mi punto de vista) uno de los tres más importantes en su temática de toda la geografía española, lo que ensalza aún más el espíritu necesario que todo escritor (aprendiz del oficio como yo, o no) necesita para seguir escribiendo, por lo que desde aquí, también quiero expresar mi más profundo agradecimiento al jurado del presente Certamen.

Como siempre, os dejo un fragmento del relato, donde El Niño del Arzobispo se inventa un pase taurino.

"Para él, las clases de catequesis ya habían perdido todo el interés, porque si nadie entendía su forma de expresar sus mejores sentimientos, creyó que lo mejor era permanecer lo más lejos posible de aquello que le hacía daño y sentirse infeliz. Miraba a sus amigos, y no le gustaba verlos el día de la comunión transformados en unos chicos repeinados y vestidos de personas mayores sin serlo. Divagaba en el inocente mundo de sus sentimientos, mientras seguía buscando un nombre a su pase taurino, cuando el padre Ángel les enseñó lo que a él le pareció un escudo. El párroco les estaba hablando de los cuatro apóstoles que escribieron los cuatro libros que formaban el evangelio y que la cristiandad simbolizó a través del Tetramorfo, una figura en la que había un toro, un águila, un hombre y un león. Les dijo que ellos se tenían que comportar en la vida como los animales que había en ese escudo, porque los cuatro representaban las principales cualidades divinas: el amor, la justicia, el poder y la sabiduría, y que en algunas ocasiones rodeaban al Señor todopoderoso y elemento unificador en el Pantocrátor. Como un metal atraído por un potente imán, así cayó él dentro de la explicación del padre Ángel, que en ese momento dejó de ser su máximo enemigo. A su imaginación no le costó mucho transformar a los cuatro componentes del Tetramorfo en uno solo. Un ser fantástico que en un principio tendría la cabeza de hombre, las alas de águila, los pies delanteros de león y las patas traseras de toro, y de repente, se le ocurrió que así debería ser su nuevo pase taurino, al que llamaría Tetramorfo porque estaba pensado con la cabeza de un hombre, y ejecutado con la destreza de un águila, el poder de un león y la fuerza de un toro. Lo que le llevó a pensar en la bondad de lo que los mayores llamaban destino, porque esta vez había jugado a su favor."

Extracto del relato titulado El Niño del Arzobispo.

martes, 8 de noviembre de 2011

ÁLVARO GARCÍA GANA EL XXIV PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA FUNDACIÓN LOEWE

El poeta Álvaro García (Málaga, 1965) ha sido galardonado con el XXIV Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe. El premio está dotado con 20.000 euros y la edición de la obra en la colección Visor. Un total de 957 obras procedentes de 33 países se han presentado este año al XXIV Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe .
El jurado que ha fallado el Premio ha estado presidido por Carlos Bousoño, y compuesto por Víctor García de la Concha, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Luis Antonio de Villena, Pablo García Baena, Joaquín Pérez Azaústre, ganador de la pasada edición y Jaime Siles.
Loewe, a través de su Fundación, convoca desde 1987 con carácter anual este galardón como estímulo a la calidad en la creación poética en lengua castellana. Se premia con 20.000 euros una obra inédita de al menos 300 versos y, opcionalmente, está prevista la concesión de un accésit de 7.000 euros a la vez que la edición del libro a un autor menor de 30 años, cuando el premio haya sido otorgado a un poeta de mayor edad. Los libros premiados son publicados dentro de la Colección Visor de Poesía.

sábado, 5 de noviembre de 2011

ÁNGEL SILVELO GANA EL 2º PREMIO DE LOS RELATOS DE IGUALDAD DE MIRANDA DE EBRO 2011.

Manuela y yo, aparecimos ayer en Miranda de Ebro media hora antes de la entrega de premios, y después de atravesar una inmensa cortina de agua que nos acompañó desde Madrid. Por fin se desveló el secreto de los premios, y dado que el primer premio quedó desierto, este segundo sabe mejor. Mi enhorabuena a Teresa Robledo Hernández, de Salamanca, por su tercer premio con el relato titulado "Los talentos". También me gustaría agradecer la hospitalidad, cercanía y complicidad que en todo momento demostraron con nosotros Sorne y Susana, con las que tuvimos la suerte de compartir una velada corta, pero intensa y muy amena, de esas que todavía te hacen confiar en las personas.

Os dejo la nota de prensa que ha salido publicada en La Voz del Ebro:

"Desde el jurado se considera que el nivel literario de algunas de las obras presentadas ha sido alto, así como la originalidad del planteamiento, pero que un número importante de ellas no han tenido en cuenta las bases del XIX Concurso de Literatura". Así justificaba el jurado del XIX Concurso de Relatos de Igualdad el hecho de que hayan quedado desiertos dos de los cuatro premios del certamen: el primer premio (dotado con 600 euros y una placa) y el accésit al mejor relato de Miranda (dotado con 150 euros y una placa).

De esta forma, el segundo premio (dotado con 400 euros y una placa) ha recaído en Ángel Silvelo Gabriel, de Madrid, por su original “Paula y su madre”; mientras que el tercero (dotado con 200 euros y una placa) ha sido para Teresa Robledo Hernández, de Salamanca, por “Los talentos”.

En total se han presentado 30 obras al concurso, 20 de hombres y 10 de mujeres. 6 de sus autores son mirandeses, 23 del resto de España (La Rioja, Sevilla, Albacete, Ciudad Real, Asturias, Segovia, Álava, Córdoba, Huelva, Barcelona, Murcia, Madrid, Salamanca) y uno panameño.

SINOPSIS “PAULA Y SU MADRE”
Este relato asume el cambio de roles: un hombre que asume su responsabilidad paternal solicitando una reducción de jornada para cuidar de su hija. A partir de ahí, el relato muestra todas las cosas que extrañan siendo hombre y que se asumirían como normales si se hicieran por una mujer hasta el punto de que los compañeros de trabajo, cuando lo conocen, se burlan de ello. Incluso, al pedir una reducción de jornada en la empresa, le atribuyen el peor de los turnos, interpone una denuncia por discriminación porque no le dejan ejercer su derecho a la paternidad, la conciliación, etc… y le despiden de la fábrica.

SINOPSIS “LOS TALENTOS”
El relato habla de la desigualdad de género en el ámbito rural y cómo asumir el empoderamiento femenino, aún a riesgo de no cumplir con lo establecido socialmente. Cuenta la historia de una mujer que se casa y asume el cuidado de su familia, pero con los años se da cuenta de que podía haber hecho mucho más. Rememora sus tiempos de infancia y la confianza en sí misma que le infundía su madrina, que le inculcó el amor por la lectura y las inquietudes intelectuales. “Ella siempre vio en mí posibilidades que he achacado a un exceso de cariño, pero a través de sus palabras yo notaba que infundía confianza en mí misma”.

Éxito de Vetusta Morla en México y nueva fecha en España.

Vetusta Morla ofrecieron el 2 de noviembre la primera de sus 6 fechas en México. Fue en el Festival de las Almas de Valle del Bravo, acompañando a Zoé. Como explican ellos mismos en su blog, se sorprendieron de la cantidad de gente congregada en la plaza abalconada de una comunidad tan pequeña. Con una prueba de sonido ya atestada de público y rodeados de gente aún disfrazada con motivo de la celebración del Día de Los Muertos, se presentaron ante el público mexicano con un repertorio de 45 minutos. (Foto: Moy Triana)

Más abajo, en otra plaza, tocaba Joaquín Sabina, siendo así la segunda vez que coinciden por esos lares.

Por otro lado, la banda acaba de anunciar que el día 1 de febrero de 2012 estarán en el Palau de la Música de Barcelona, como parte de la programación de la XIII edición del Festival Mil-Lenni

DURANTE SU ESTANCIA EN MÉXICO, VETUSTA MORLA OFRECERÁ LOS SIGUIENTES CONCIERTOS:
2 Noviembre - Festival de las Almas – Valle de Bravo - Invitados de Zoé
5 Noviembre – Rockampeonato - Puebla - Invitados de Zoé
8 Noviembre – Plaza Condesa - México DF – con No Te Va Gustar
11 Noviembre – Plaza Condesa - México DF - Invitados de Los Bunkers
12 Noviembre - Rockampeonato – Querétaro – Invitados de Zoé
13 Noviembre – Rock x La Vida – Guadalajara

jueves, 3 de noviembre de 2011

LOUISIANA, A MARES: UNA CANCIÓN PARA TOCAR A RESGUARDO DE LA LLUVIA.

CURZIO MALAPARTE, LA PIEL: LA GRANDEZA DE AQUELLOS QUE PIERDEN LA GUERRA.

Las guerras ¿se ganan o se pierden?, casi al final del libro, Malaparte lo describe así: “en el mundo no había más que hombres vivos y hombres muertos. Todo lo demás no contaba… es una vergüenza ganar la guerra”. En La piel, la miseria compartida de vencedores y vencidos es sólo uno de los puntos de partida de este magnífico libro, que traspasa con creces, las barreras del tiempo y de quién la escribió y su biografía, porque el Sr. Malaparte, pone al servicio de la gran literatura, toda la maestría y experiencia como corresponsal de guerra, y nos ofrece un relato en primera persona sobre la devastación no sólo material, sino moral, de una ciudad, de un pueblo y de una raza, la humana, cuando por fin es liberada del yugo de sus opresores. La originalidad de este relato está en el punto de mira del que parte el narrador, que no es otro, que el de proporcionar heroicidad y grandeza a aquellos que han perdido la guerra, pues en nada se diferencian de aquellos otros que la han ganado. El derrumbe de la moral al que asistió el mundo con la llegada de los totalitarismos, consiguió que vencedores y vencidos, marchasen de la mano en pos de la única razón existente en el ser humano en ese momento: la salvación de su propia alma. Una huida que llevó a toda una civilización a asistir impertérrita a su debacle, propiciada por la falta de una moral y una ética que rigiese los designios comunes de toda la Humanidad, que inmiscuida en su propia salvación, renuncia a la altivez de unos principios sólidos de convivencia con tal de salvaguardar su alma. Y lo hace sin reparar para ello en la senda escogida, que no es otra que la de la miseria más abyecta del ser humano, y que Malaparte simboliza en la piel que traspira, siente y nos derrota como seres humanos hasta convertirnos en héroes de la mezquindad.

La piel, en principio se iba a titular La peste, pero Camus se adelantó unos meses a Malaparte, lo que no disminuye la grandiosidad de este relato de un pueblo hambriento y perdido, sino que lo encumbra junto a otra de las obras maestras de la literatura universal surgida de una de las mayores barbaries de la Humanidad. En este caso, Nápoles se ensalza entre los escombros de sus ruinas y la destrucción de sus palacios, dejando entrever la solemnidad de sus frescos, sus imágenes religiosas e iglesias, que conviven sin pudor con la mayor de las miserias, y que Malaparte emplea como símbolo de aquello que los vencidos ofrecen a sus liberadores; una extensa y profunda cultura clásica cargada de una grandeza de la que los americanos (en este caso) carecen, pues sólo poseen la libertad exenta de gloria. En este sentido, es digno de elogio, el esfuerzo y la vasta cultura clásica que posee el narrador y que pone al servicio de aquello que nos cuenta, dejando un espacio, aunque sea pequeño, a la belleza y el arte, como si se tratase de un gran decorado del teatro del mundo; y que tiene su máxima expresión, en la entrada a la ciudad de Roma, donde el ejército americano rinde pleitesía a todos los héroes y villanos de la ciudad eterna, convirtiendo en apoteósica a la narración, y en vencedora a la cultura sobre la guerra.

Entre tanta destrucción, Malaparte busca refugio en la poesía cuando precisa alimentar a su alma de algo intangible, y lo hace con una prosa cargada de un lirismo, al que dota de magistrales y bellísimas metáforas cuando se fija en el mar, el Vesubio, el cielo o las nubes, y que se torna en una belleza trágica, cuando narra la erupción del Vesubio en abril de 1944, que como un semidios, se levanta sobre las cenizas del ser humano, en un símil muy acertado en el viaje a lo más profundo del averno que vencedores y vencidos inician día tras día. En ese transcurso de las vidas, marcadas por la salvación de la piel, también se contraponen a la misma, sentimientos como la piedad y el agradecimiento, el orgullo y el menosprecio, la ternura y la vergüenza, lo sarcástico y lo poético, porque todas ellas son características del ser humano que gana y pierde guerras, y que más allá del profundo agradecimiento que Malaparte expresa en multitud de ocasiones hacia la generosidad de todos aquellos que han muerto por proporcionarle de nuevo a su pueblo el don de la libertad, subyace el día a día de un relato que como recoge la contraportada de esta novela clásica, nos muestra que la frontera última de nuestra humanidad es siempre la piel (que simboliza la frágil barrera de la corrupción humana): “La piel, nuestra piel, esta maldita piel. Usted no puede ni imaginarse de qué es capaz un hombre, de qué heroicidades y de qué infamias es capaz con tal de salvar la piel. Ésta, esta piel asquerosa. Antes soportábamos el hambre, la tortura, los martirios más terribles, matábamos y moríamos, sufríamos y hacíamos sufrir para salvar el alma, para salvar nuestra alma y la de los demás. Hoy en día sufrimos y hacemos sufrir, matamos y morimos, realizamos hazañas maravillosas y actos horrendos no ya para salvar el alma, sino para salvar la piel. ¡Nos convertimos en héroes por algo bien mezquino!”, Malaparte dixit.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LA PIEL QUE HABITO: LA COMEDIA BUFA DE ALMODÓVAR.

La primera pregunta que se me vino a la cabeza después de visionar los primeros diez minutos de esta película fue: ¿alguien que no se llamase Pedro Almodóvar podría haber estrenado esta película? La respuesta inmediata a tal interrogante fue no, porque mis sentidos ya eran conscientes entonces, que habían asistido a uno de los peores inicios de un film en la historia del cine, pues entre otras cosas, no sabía si me había perdido en los confines de un documental pseudocientífico de los años setenta, de esos que los ingleses si hacen con verdadera maestría, o estaba viendo una teleserie que se había colado en el dvd de mi casa. Pero perdido como estaba entre imágenes que no acaba de unir y comprender, me encontraba a la espera de que por fin diese comienzo la nueva película de Almodóvar, que en vez de thriller psicológico, se comporta como una ópera o comedia bufa, de un género que no sé si volverá a tocar de nuevo, pues su primera aproximación al mismo, no ha podido ser más negativa, y que a un servidor le lleva a preguntarse ¿dónde se ha quedado el Pedro Almodóvar fresco y provocador de sus inicios?

Nos dicen que la película es una adaptación de la novela Tarántula de Thierry Jonquet, lo que no es óbice, para hacer notar la escasa armazón de un guión que no es nada creíble, pues si el director manchego quiere jugar a ser adalid de la manipulación genética de las células y del avance en la bioética médica, nos podía haber prometido un documental sobre ese tema y así sabríamos de antemano a que nos íbamos a enfrentar a la hora de ver su película, porque hasta los giros más almodovarianos que se producen en el desarrollo de la acción de esta película, están carentes de veracidad y acierto, porque aunque él parece que no se ha dado cuenta, la sociedad actual ya acepta los cambios de sexo libremente elegidos, y no como el de la película que es impuesto. Y ese es otro de los debes de La piel que habito, porque en ocasiones, se comporta como un panfleto pasado de moda.

En cuanto al reparto de actores, Antonio Banderas estoy seguro que se arrepiente más que celebra el haber vuelto a trabajar bajo las órdenes de su director fetiche, pues su personaje, que según el mismo cuenta, está despojado de todos los elementos que su dilatada carrera como actor le hubiesen permitido enriquecerlo, y quizá por eso, se muestra frío, distante y nada creíble ante una de las mayores tragedias que le pueden ocurrir a un padre en la vida. Y hasta su venganza no es tal, porque el fin último de la misma, es apoderarse de ella de una forma apasionada. Lo mismo cabría decir de una Elena Anaya que a falta de grandes diálogos que ofrecernos, se mueve entre despistada y expectante en el mono color piel al que la han atado sin atreverse a salir de él, sino al final de la película, cuando todo está ya perdido.

Del mismo modo, podemos decir que lo letreros que nos recuerdan que asistimos a flashback más o menos forzados, o los fundidos en negro existentes, ambos recurso cinematográficos que aquí se comportan como un homenaje al cine de otro tiempo, no son sino un vano intento de disfrazar una película con los condimentos clásicos que por sí misma no tiene, y que lejos de hacerlos certeros, nos despistan aún más, cuando hasta los más genuinos giros almodovarianos nos resultan patéticos e inocentes. La piel que habito ya no es un producto que atraiga o distraiga, porque si queremos acercarnos al sufrimiento humano de verdad, tenemos otros directores que parecen saber de qué están hablando, lo que en el caso de la última película de Pedro Almodóvar nos da como resultado una comedia bufa.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.

martes, 1 de noviembre de 2011

LOUISIANA Y SU HOMÓNIMO CD: LA SENDA POR DONDE LA POESÍA SE DESLIZA SOBRE LA MÚSICA.

En los difíciles y sinuosos inicios de un artista, se esconden esos miedos que cualquiera tiene a mostrar una parte de sí mismo a los demás, y quizá esa sea la razón por la que Louisiana ha elegido el tema No hay valor para darse a conocer; y lo ha hecho bajo el signo de la tortuosa senda que nos conduce a unas canciones donde sus letras de príncipes y princesas o amores rotos en los reflejos perdidos de un espejo, se deslizan con total complicidad sobre una música que trata de llevarnos por conceptos rítmicos y sonoros cargados de una sencillez apabullante. Esa falta de complejidad, es la que nos hace sentir de cerca la desnudez de unos temas que a cada audición van ganando terreno hacia lo más íntimo y cercano. Fragilidad, ternura e inocencia, son conceptos que se apoderan de nuestros sentidos para desplazarnos por un plácido y enigmático viaje, donde la poesía se desliza sobre la música.

Este cd se puede escuchar de forma libre en www.virtualbum.es/louisiana y consta de siete canciones, que comienzan con ese No hay valor, que nos intenta despejar de la mente cualquier atisbo de miedo por parte de Ana Muñoz y Luis Cebrián, pues unas guitarras resueltas rompen el hielo de una canción que luego se vuelve más melódica para que la voz de Ana cobre protagonismo sobre unos ritmos que de nuevo nos recuerdan a La Buena Vida, como ejemplo de armonía y sensibilidad acústica. Cualidades que de una forma natural se desplazan hacia Feliz daño nuevo; un corte del disco en el que también se produce una resonancia multi instrumental que nos retrotrae a la magia de alguna de las composiciones de HATEM y en la que la voz de Ana vuelve a sobresalir en un registro muy limpio.

Con Circo, el cuento de la princesa y el guisante, viajamos hacia ese lugar donde se dan la mano los cuentos, las hadas y los destellos del xilófono, como enigmáticas estrellas que acompañan a los duendes, lo que permite a Louisiana, cargar sobre los ritmos pop más apabullantes, en los que las guitarras de nuevo cobran el protagonismo, convirtiendo a esta canción en un claro exponente de sonidos más cercanos al gran público, donde la magia de la letras y la sinfonía sonora marchan íntimamente unidos. Una compañía que se torna en su faceta más indie en Daddy, con claras reminiscencias a la música que busca sus señas de identidad en los lugares acústicos donde se refugian los cantautores. Y que en Reformulación de Daddy comienza con un solo de clarinete, como otra muestra del talento que persigue a Ana Muñoz, que se define como una vegetariana a la que le gustan las manzanas, y que en esta canción, vuelve a mostrarnos esa impetuosa necesidad de estar al mando de una historia rota, a la que Louisiana acompaña de ritmos cálidos y cercanos, que por momentos se vuelcan en el jazz más elegante que marcha pegado a la música pop. Ecos sonoros que al principio se vuelven más épicos en Sinestesias, pero que luego declinan hacia un lecho donde de nuevo la poesía se desliza sobre la música.

PRÓXIMOS CONCIERTOS
11 noviembre 2011, El Veintiuno, (Huesca)
17 noviembre 2011, Sala Costello, (Madrid)
18 noviembre 2011, Sala Soho, (Talavera de la Reina, Toledo)
25 noviembre 2011, Sala López, (Zaragoza). The Fractal Sound + LOUISANA
1 diciembre 2011, (Logroño)

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.