martes, 1 de diciembre de 2009

ABOGADO PEREZOSO

Me duele el abdomen como si fuera a tener la regla, pero sólo es un efecto reflejo, porque sé muy bien que eso ya no es posible. Me acuerdo de mi abogado. Le llamo, y le digo que cada vez queda menos para que se cumpla el plazo de la resolución. También le digo, que si hace falta, sólo haga un escrito sencillo aunque más bien parezca un sarcástico panfleto, con tal que el juez nos tenga por personados en la causa. Él no lo sabe, aunque se lo he explicado en infinidad de ocasiones cada vez que me cita en su ostentoso despacho, pero mi vida cambió aquel día, cuando mi ginecólogo fatalmente se equivocó y me perforó el útero. Ya no podré tener hijos, y ya no podré ser madre, como si ese desenlace fuese el mayor impuesto a pagar en toda mi vida.

Microrrelato presentado al II Concurso de Microrrelatos Abogados.es

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