martes, 11 de agosto de 2009

INDISCRETA (1958)


Haciendo zapping, y por tanto de una manera totalmente accidental, mi chica se sorprendió al ver que en el horario de sobremesa se repusieran películas de este tipo, y por ello, no perdió la oportunidad de grabarla para verla más tarde. Esta vuelta al cine clásico fue una estupenda y agradable sorpresa, de esas que te alegran el día. Indiscreta es una comedia romántica con final feliz, y donde las interpretaciones de unos maduritos Ingrid Bergman y Cary Grant te enganchan desde su inicio.

El guión de Norman Krasnar (basado en su obra de teatro Kind Sir) rebosa sencillez y originalidad tanto en el planteamiento, como en su desarrollo y desenlace, dotando a la película de un ritmo e interés crecientes, y en donde un secreto finalmente desvelado casi desmonta el idilio desenfrenado de estos dos enamorados, cuyas interpretaciones hacen ganar mucho a la película. Una película, por otra parte, sofisticada y elegante que nos reconforta con el buen cine clásico de siempre, y que nos deja más fríos si cabe al comprobar la escasa originalidad de la cartelera actual, llena de una enorme falta de ideas.

La dirección de Stanley Donen no se queda atrás, y nos muestra unos estupendos planos contraplanos de los protagonistas; y donde la ausencia de planos exteriores, no nos deja huérfanos de la recreación en nuestras mentes de las imágenes preconcebidas de la ciudad de Londres, o de la cercanía de París, y sus escenarios más sofisticados. Si a todo eso le unimos la compañía de la persona adecuada, ya sólo nos queda comernos el pastel con guinda incluida.

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